En la búsqueda de los aliados se debe tener muy en cuenta que el diferencial que uno aporta en alianza no debe ser alcanzado por mi contraparte, porque de ser así, ya sabremos que será temporal.
Por Gonzalo Gómez Betancourt
Este año ha sido realmente movido en todo sentido, desde lo económico y lo social, hasta lo empresarial. En este último ámbito se han presentado siete grandes negocios en nuestro país: Procaps con su fusión con ‘Union Acquisition’, Grupo Familia con la venta de la mayoría a Essity; Grupo Orbis con su venta a Akzonobel, Glencore con la adquisición del resto del Cerrejón, Movistar compró el servicio de internet fijo de Direct TV, y WOM que absorberá a Avantel.
En anteriores artículos hemos sugerido de manera abierta la diversificación de su patrimonio familiar para diluir el riesgo país, pero al mismo tiempo el fortalecimiento del negocio central para seguir desarrollando la mayor cantidad del patrimonio; en este escenario salen a flote alternativas como las alianzas estratégicas. En Colombia se han realizado siete movimientos, con socios internacionales interesados en el país, algunos mediante fusiones, otros con la simple idea de compartir riesgo y hacer un “cash out”, y un grupo de ellos con el deseo de invertir y seguir creciendo.
Hace ya algunos días Fitch Raitings cambió la calificación de la deuda a largo plazo en moneda extranjera de Colombia, pasando de BBB- a BB+. La modificación se explica principalmente por la pandemia que aumentó el déficit fiscal y la deuda pública, así como por la incertidumbre sobre su evolución en el mediano plazo. Sin embargo, también hay que mencionar que mejoraron las perspectivas de crecimiento al 6,3% en 2021 y 3,8% en el 2022, dos cifras por encima del potencial estimado de la economía. Para muchos de nosotros esto generaría como resultado el alejamiento de la inversión extranjera a nuestro país, sin embargo, no parecería coherente este hecho con las inversiones de las empresas extranjeras realizadas en Colombia este año, ¿qué están viendo estos inversionistas internacionales, que sí se atreven a invertir en un supuesto país con una calificación de “grado de no inversión, especulativo” ?, pues volvimos a ser un país emergente, pero dentro de ellos, ¡somos uno de los mejores! Anteriormente estábamos dentro de un grupo de países europeos de grado de inversión medio inferior, al lado de Italia, Portugal, Croacia, Rumania y Hungría. Ahora quedamos al lado de Brasil, Paraguay, Turquía, Vietnam, Sudáfrica y Grecia. Entonces después de una pandemia como la vivida, sería realmente iluso pensar que la mayoría de países no tuvieran movimiento en este ranking; lo que no va a dejar de pasar es que existen empresarios que vean oportunidades en nuestro país, las cuales debemos aprovechar para hacer nuestra diversificación patrimonial y fortalecer el negocio central, como ya se ha demostrado al inicio de este artículo.
Tipos de alianzas y cómo hacerlas
Empecemos con una definición de lo que es una alianza, “es una alternativa estratégica para hacer crecer y desarrollar las empresas, con la cual se amplía el alcance de la firma, que de hacerlo de manera individual tardaríamos mucho tiempo e inversión para conseguirlo”, dentro de las alianzas existen uniones, convenios, asociaciones, acuerdos, que se dan entre dos o más organizaciones con el fin de alcanzar un objetivo común. Permite renovar o refrescar ideas, esto ocurre gracias al flujo de información e intercambio de recursos, conocimientos y estrategias que se producen entre los aliados.
Existen diferentes tipos de alianzas, entre éstas: a) Joint Venture: Se da cuando dos o más empresas se unen para crear una empresa nueva y aparte de las de los fundadores, surge del aporte de diferentes recursos de los socios; b) Venture Capital: También conocido como capital de riesgo, cuando una empresa compra acciones de otra, en teoría de manera temporal, para hacer crecer la organización y para que estos inversionistas tengan una rentabilidad excepcional por su inversión. Los nuevos socios se suelen sentar en la junta directiva para direccionar la organización; c) Asociaciones Flexibles: En este tipo de alianzas cada una de las empresas participa manteniendo su independencia y suele ser una unión temporal para atender un mercado específico; d) Franquicias: En la que una empresa transmite a un franquiciado su forma de trabajar, incluyendo su imagen, formas de producir, de vender, etc., con apoyo en formación y seguimiento, y por este servicio obtiene unos ingresos por las ventas o utilidades del franquiciado; e) Outsourcing: Se da cuando un empresario necesita delegar una parte de las funciones de la firma en un tercero experto en esa especialidad porque lo hará de manera más eficiente; f) Alianzas en I&D, Producción, Distribución, etc.: Cada una de estas alianzas se dan en un tema específico, ya sea para desarrollar un nuevo producto, fabricar algo en conjunto, o distribuir de manera conjunta a un mercado.
Como pueden ver, son muy variadas las formas de hacer una alianza, fruto de la experiencia de haber participado en algunas, creo que el mejor consejo es tener el fin en la mente, y para ello debemos identificar el mejor aliado posible, en lo posible acompañados de firmas que nos ayuden en este propósito. Una vez identificado, también es necesario hacer algunas tareas de acercamiento, como en cualquier relación, generar confianza mutua, comunicarse de manera adecuada, ser honestos, trasparentes, especialmente estableciendo a priori mecanismos de gobierno de la alianza y mecanismos de resolución de conflictos, es decir formalizar un acuerdo de socios de manera previa a la firma de cualquier negociación. Igualmente, es importante entender que aunque exista confianza entre las partes, se debe profundizar mucho en el estudio de alianzas fallidas. Se ha detectado que existe un patrón común básico de comportamiento cuando se han deshecho algunas alianzas, y esto se ha dado cuando una parte tiene alguna ventaja competitiva temporal que puede ser aprendida por la contraparte de manera fácil y que además puede replicarlo por habilidades y competencias adicionales. Por ejemplo, si existen dos firmas que tengan ventajas en I&D, pero se creó la alianza para un nuevo desarrollo donde ambas aportan, pero la contraparte aprendió y lo puede replicar, además de mejor manera porque tiene ventajas en producción y distribución, es posible que una vez aprenda ya no sea necesaria la alianza para su desarrollo. Es decir que en la búsqueda de los aliados se debe tener muy en cuenta que el diferencial que uno aporta en alianza no debe ser alcanzado por mi contraparte, porque de ser así, ya sabremos que será temporal, y aunque podría ser de beneficio mutuo, no se deben generar expectativas contrarias, como es el caso de los “Venture Capital”.
Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group.