Debilitación de la Gobernanza
En las empresas familiares, la acumulación de roles por parte de una misma persona —ser al mismo tiempo accionista, miembro de junta directiva y ejecutivo— puede percibirse como una solución práctica, pero en realidad erosiona la gobernanza. Esta triple función elimina la separación entre propiedad, gobierno y gestión, generando conflictos de interés estructurales, debilitando los mecanismos de control y comprometiendo la sostenibilidad.
A través de un caso real, se muestra cómo el fundador y sus hijos ocupaban simultáneamente puestos en todos los niveles, lo que provocaba:
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Una junta sin independencia real, dominada por la familia.
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Ausencia de criterios claros de evaluación y reglas de abstención.
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Tensiones internas por favoritismos y falta de visión compartida sobre el liderazgo.
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Retrasos y ambigüedades en el proceso de sucesión del fundador.
El análisis, sustentado en la teoría de agencia y de gobierno corporativo, subraya que la profesionalización no exige excluir a la familia, sino:
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Definir claramente desde qué rol cada miembro aporta más valor.
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Separar funciones de ejecución y de gobierno para evitar el “autocontrol”.
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Garantizar mayoría de independientes en la junta y fortalecer el rol del revisor fiscal.
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Formalizar procesos de sucesión con reglas objetivas y tiempos definidos.
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Capacitar a los miembros de la familia en buenas prácticas de gobernanza.
En conclusión, separar los roles no significa fragmentar la familia ni renunciar al control, sino proteger el legado, construir confianza y permitir que la empresa funcione de forma sostenible más allá de una sola persona.
Propietario, miembro de junta y ejecutivo: el triple rol que debilita la gobernanza