«Es bien conocido en el área de empresa familiar, que uno de los mecanismos para promover el crecimiento patrimonial de una familia, es atraer a los miembros de las siguientes generaciones»
Por Gonzalo Gómez Betancourt
Esta semana estuve trabajando con una familia empresaria sobre la forma de retribuir a los intraemprendedores familiares. La tarea de ser creativos es de mucha importancia para que tanto los emprendedores no se desilusionen al pensar que el resto de la familia no está valorando su creatividad y esfuerzo de manera justa; y así mismo, el resto de los accionistas no se sientan que el nombre y el prestigio de la firma central, así como el capital semilla, no es tenido en cuenta en esa misma justicia distributiva. La tarea exige de mucha empatía de quienes se encuentran en esta discusión, ya que puede tener efectos secundarios, el primero que no se genere el nuevo negocio; el segundo que el emprendedor salga del manto familiar a buscar otros horizontes; y tercero y tal vez lo peor, que se rompa la unidad y compromiso de todos frente a estos procesos de diversificación.
Es bien conocido en el área de empresa familiar, que uno de los mecanismos para promover el crecimiento patrimonial de una familia, es atraer a los miembros de las siguientes generaciones, mediante la creación de nuevos negocios relacionados con la empresa central o, por el contrario, no relacionado, para diversificar el riesgo sectorial e incluso del país. La creación de una estrategia patrimonial clara que tenga una visión donde están incluidas las actuales y futuras generaciones es primordial para la continuidad del patrimonio familiar unido, así como su tranquilidad financiera. Sin embargo, no es tarea fácil encontrar los mecanismos para atraer a las siguientes generaciones debido a los cambios que ha tenido el mundo de los negocios a través de las retribuciones que se les suelen dar a los emprendedores en el mundo, y que no suelen ser utilizadas por nuestras familias, posiblemente debido a tradiciones familiares arraigadas, como la igualdad en las participaciones accionariales.
A continuación, me gustaría transmitir diferentes mecanismos que hemos utilizado para poder generar nuevos negocios, entendiendo la situación actual y seguramente las habilidades y competencias de nuestros emprendedores, que esperan seguir teniendo un sustento económico que le permita vivir bien mientras el negocio sale adelante, al igual que los demás socios, quienes esperan que los gastos sean razonables para que los negocios puedan surgir por sí mismos.
- Participación en la sociedad mediante el conocimiento, más conocido en el lenguaje empresarial, como “socio industrial”: Esta figura pretende recompensar a los emprendedores mediante la asignación de una propiedad que tiene derechos económicos, pero no derechos políticos, es decir con voz, pero sin voto en una asamblea. De esta manera el emprendedor podrá disfrutar de unos dividendos en la proporción que se le entregue, también percibirá una valoración del patrimonio que está ayudando a construir, y ante una eventualidad podrían ser compradas por la familia o un tercero; incluso es posible que esas acciones de industria se puedan convertir a acciones nominales con el paso del tiempo.
- Acciones bajo desempeño: Esta figura pretende que el emprendedor que ha creado un plan de negocio sea retribuido mediante la emisión de acciones a su favor, siempre que se haya cumplido con el presupuesto aprobado por su Junta, de manera que con el trascurso de unos años, éste alcance una proporción del negocio hasta el valor establecido por los accionistas, con derechos económicos y políticos.
- Opción sobre acciones: Esta figura pretende que al final de un periodo determinado, los socios que pusieron el capital le den al emprendedor que haya cumplido con su plan de trabajo, la opción de comprar acciones de la firma bajo unas condiciones favorables de precio y plazo, hasta un porcentaje establecido en el acuerdo de accionistas.
- Intercambio de salario por acciones: Es muy usual que nuestros emprendedores sean personas muy preparadas y que los negocios que se crean al principio no suelen tener la capacidad de pagar un salario para un directivos o gerente con dichas capacidades. Sin embargo, existe la posibilidad de llegar a acuerdos con ese emprendedor en el que se intercambia salario por acciones. Por ejemplo, supongamos que el emprendedor a valor de mercado se deba ganar 15 millones de pesos al mes, pero después de ver el presupuesto del negocio y para que este sea viable, el gasto no debe superar los 10 millones, se le propone que los otros 5 millones multiplicado por los 12 meses, es decir 60 millones serán entregados en acciones de la firma con todos los derechos políticos y económicos.
Ahora bien, tal vez lo mejor sea la combinación de todas las anteriores, dependiendo del tipo de familia y de su cultura, es necesario encontrar el camino, y las personas que más le pueden ayudar son los miembros independientes de su Junta Directiva. La creación de nuevos negocios debe ser de una manera ordenada desde el punto de vista patrimonial; una alternativa es la creación de una empresa matriz a la cual pertenezca no solo la firma central, sino aquellos emprendimientos que se van creando y adicionando a ese vehículo patrimonial, en cuyo caso los emprendedores podrían ser accionistas de la nueva unidad de negocios o de un pequeño porcentaje sin control de la sociedad familiar. No obstante, también pueden existir inversiones donde la familia no quiera tener el control y se pueda incluso ser inversionista o tener un banco familiar para financiar estas iniciativas. Llego el momento de ser creativos, estás generaciones exigen mucho de nosotros para encontrar el camino, aunque las anteriores generaciones no hubieran tenido estos beneficios.
Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group.