Una tarea fundamental de las juntas directivas y de los administradores es gestionar la relación con los stakeholders y, este mes en particular, con los accionistas en sus asambleas.
Por Gonzalo Gómez Betancourt
Hace algunos años tuve la oportunidad de asesorar en el exterior a una Junta Directiva de una empresa familiar de cuarta generación con más de 120 años de historia, la intención era preparar con mayor nivel de sofisticación la estrategia que presentarían a sus accionistas, dedicando casi toda la sesión de febrero a preparar la asamblea de accionistas de marzo. Debido a que, según los acuerdos de gobierno corporativo de esta empresa, era la Junta quien asumía esa responsabilidad, ya que en otras latitudes esta tarea la ejercen los órganos de gobierno de la propiedad.
Para poder definir una estrategia de actuación de la empresa para con sus accionistas, lo primero que se hizo fue identificarlos por subgrupos, que nos permitiera entender mejor sus principales intereses y motivaciones; así se buscaría un equilibrio entre los diferentes socios, donde todos se sintieran realmente incluidos y además orgullosos de pertenecer a la empresa.
Existen diferentes formas de clasificar accionistas, entre ellas la tradicional, es decir entre accionistas mayoritarios y minoritarios; con voto y sin voto; accionistas con derechos políticos y/o económicos; beneficiarios, fideicomitentes y fideicomisarios en el caso de las empresas que pertenecen a un fideicomiso. Cabe aclarar que las anteriores clasificaciones dan poca capacidad de acción, o mejor son pobres para ayudar a definir una estrategia ganadora con los accionistas, por lo tanto, se hace necesario profundizar más en las características de los accionistas.
En el caso mencionado, usamos seis tipos de accionistas, por tratarse de una empresa familiar con inversionistas externos, pero que no cotizaba en bolsa de valores, así: a) Accionistas Administradores: Es el socio operativo, con directa responsabilidad en el negocio que está en el día a día; b) Accionista de Gobierno: Es el socio que está en la Junta Directiva pero no en la operación; c) Accionista Activo: Es un socio que que no está empleado ni es de gobierno, pero participa activamente en aspectos de los propietarios; d) Accionista Pasivo: Es un socio que no se interesa por casi nada, tan sólo por sus dividendos, no suele tomar decisiones conscientes para su permanencia como propietario; e) Accionista Inversionista: Su motivación principal son los retornos, pero toma decisiones conscientes de permanencia sobre su participación accionarial; f) Accionista Orgulloso: Es un socio que no es experto en el negocio, no participa mucho, pero sigue estando orgulloso de pertenecer a la empresa.
Cada grupo de estos accionistas tiene los siguientes intereses: a) Retorno financiero, debe existir un equilibrio entre lo que se retiene de utilidades y lo que se entrega como dividendos, así como la oportunidad de vender sus acciones a un precio justo con socios o con terceros; b) Retornos no financieros: Los accionistas tienen el derecho de velar por objetivos de otro tipo, por ejemplo el cumplimiento de sus valores, la relación con los demás stakeholders, etc. c) Información: Los accionistas tienen el derecho a recibir el nivel adecuado de información por parte de la administración, y por supuesto la transparencia de la misma; d) Fuertes órganos de gobierno: Los accionistas tienen el derecho de exigir a sus órganos de gobierno un desempeño adecuado en sus responsabilidades, en especial por la elección de un futuro claro por parte de la Junta Directiva; e) Control: Los accionistas tienen el derecho a recibir una buena auditoría por parte de los revisores fiscales, sobre la veracidad de la información y el cumplimiento de los acuerdos de socios; f) Protección: Los accionistas tienen el derecho a recibir una buen gestión de los riesgos de manera que se preserve el patrimonio familiar por generaciones; g) Respeto: Los órganos de gobierno deben buscar cumplir a cabalidad con las normas atención de los accionistas en sus necesidades genuinas, incluso deben ir más allá de la norma legal para garantizar el buen ánimo societario.
Teniendo en cuenta los anteriores principios, la Junta Directiva trabajó a profundidad los intereses de los diferentes grupos y logró establecer puntos de equilibrio entre los seis grupos de accionistas, a partir de conseguir información de mercado de lo que era usualmente aceptado en términos de rentabilidad, lo que hizo mantener un nivel de reinversión en la firma y un adecuado nivel de endeudamiento de manera, que la organización no entrara en riesgos innecesarios pero garantizara un crecimiento sostenible. Adicionalmente, a nivel de información, la Junta Directiva abrió diferentes oficinas para atención de accionistas, dependiendo de su grupo de interés, donde se encontraba un mayor nivel de sofisticación a mayor nivel de desarrollo, incluso se hizo un gran esfuerzo con los accionistas pasivos, se les invitó a todos, pero especialmente a este grupo, a programas de formación para que pudieran llegar a entender mejor la tarea del propietario de empresa. La firma se prestó igualmente, para ayudar a la familia propietaria en sus reuniones, como la asamblea de familia y consejos de familia.
Tal vez una de las actividades más importantes que se realizó fue la búsqueda de mecanismos variados para la generación de liquidez del accionista, debido a que este tema es uno de los que más genera tensión, al no estar en bolsa de valores con una acción líquida, la firma abrió diferentes formas de generación de liquidez: Por supuesto, el primero los dividendos, la compañía se prestaría para ser intermediaria de transacción entre socios, la compañía también podría intermediar con bancos para ayudar con préstamos a los individuos colocando en garantía sus propias acciones, la firma generó un plan de recompra de acciones a través de fondos de reserva preestablecidos para este fin, incluso tendría planes de recompra de acciones con activos de la compañía que los socios pudieran convertir fácilmente a liquidez, podría incluso ser intermediario entre accionistas actuales y ejecutivos de la empresa que quisieran acciones, etc.
Es importante que las empresas familiares, de acuerdo con sus características y las de sus socios, elaboren un análisis detallado de la propiedad que, junto con una estrategia clara, fortalezca el ánimo societario y a largo plazo la proyección de la compañía.
Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group.