Durante años he tratado de transmitir la importancia de los denominados Consejos de Familia para las familias empresarias, desafortunadamente existen diferentes razones por las cuales estos órganos de gobierno no suelen implementarse de manera adecuada.
Por Gonzalo Gómez Betancourt
Hoy es bien conocido que la gestión de las empresas de control familiar es muy diferente de las no familiares. La experiencia de empresas familiares centenarias y milenarias nos permite saber que su correcto funcionamiento se logra con la separación de los roles en la empresa, la propiedad y la familia; es por esta razón, que el gobierno corporativo en los diferentes subsistemas mencionados ha sido la principal herramienta para su supervivencia. Dependiendo de diferentes variables como la cultura, la generación y el tamaño de la firma, estos órganos se implementan de forma diferente y no siempre el razonamiento de otras latitudes ha sido beneficioso para Latinoamérica.
Recordemos que el objetivo base del Consejo de Familia es el de fomentar la unidad y compromiso de los miembros de una familia, entre sí y con sus empresas; identificar el propósito que como familia tienen; establecer unos valores que son el pegamento para querer estar en un grupo y promover su cumplimiento. En últimas, debe establecer una visión familiar (¿Qué tipo de familia queremos ser?), una estrategia familiar (¿Cómo lograr esa visión?), consolidar el gobierno de una familia (Estructura de gobierno y líderes familiares) e implementar todos los mecanismos de avance que le sean útiles para cumplir con su objeto como un presupuesto familiar, una evaluación de valores y de responsables en su gestión, incluso una compensación. A continuación, presento los problemas típicos para la implementación del Consejo de Familia en Latinoamérica a partir de casos reales.
1- El Consejo de Familia como Consejo de Socios: La primera experiencia que tuve en la implementación de un Consejo de Familia fue hace 22 años y consistió en copiar el modelo americano de Consejo de Familia que incluía los temas de propiedad. Recuerdo con mucha frustración, que las pocas sesiones que se establecieron, eran para hablar de temas patrimoniales, como dividendos, nombramientos de miembros de Junta y análisis de las inversiones. El resultado fue obvio, se fortaleció el tema empresarial y patrimonial, sin embargo, los temas familiares fueron olvidados, cuando el problema principal de esa familia radicaba allí; muchos familiares se sentían excluidos y finalmente se separaron mediante una poda del árbol. Recomendación 1: Mantener los órganos de gobierno separados: Para la empresa una Junta Directiva; para la Propiedad un Consejo de Socios, y para la familia un Consejo de Familia.
2- El Consejo de Familia sin estructura formal: Después de haber trabajado en más de 200 protocolos de familia en mi vida, soy testigo de la importancia del tema familiar para que las familias forjen sus legados y el propósito de sus vidas; sin embargo, debido a que las familias empresarias consideran los aspectos del gobierno de la familia como algo “Light”, no suelen darle el rigor que merece. Cuando se les pide pertenecer a un Consejo de Familia, las siguientes generaciones son muy activas y en especial las mujeres. Sin embargo, cuando se empieza a implementar este órgano de gobierno sin contar con el liderazgo de la anterior generación o de quienes ostentan el poder, sus iniciativas mueren “en la puerta del horno”. Hace algunos años, trabajando con una familia de segunda generación donde había tres hijos hombres, decidieron que la mamá y sus tres esposas fueran las representantes, ellas con mucho entusiasmo se reunían en lo que llamaban el “el almuerzo de las mujeres”. Por alguna razón los hombres de la familia empezaron a ver ese tema como una pérdida de tiempo y de dinero; finalmente decidieron acabar con ese proceso; sin embargo; al año siguiente en plena pandemia empezaron problemas familiares importantes, y después de un análisis profundo se encontró que en esas reuniones de mujeres, existía mucha comunicación y entendimiento frente a lo que estaba sucediendo en cada núcleo familiar y de alguna manera, ellas trabajaban con sus maridos en la unidad de una manera callada pero efectiva. Recomendación 2: Crear un órgano de gobierno con miembros de diferentes generaciones, incluso con líderes de los núcleos familiares, con fechas de reuniones claras de no menos de tres veces al año, y una agenda que se cumpla.
3- El Consejo de Familia sin mecanismos de avance: Trabajé también con una familia de tercera generación, todos muy entusiasmados querían pertenecer y finalmente se decidió escoger a los líderes de cada generación. En la realidad, más de la mitad de ellos no asistían a las reuniones, con la justificación de no tener tiempo para ese tema. Posteriormente, se me ocurrió pensar en un pago por pertenecer al Consejo y además pagarle unos honorarios al Presidente y Vicepresidente, sólo así empezó a funcionar. Recomendación 3: Un tema fundamental para este órgano de gobierno es contar con temas tan simples como los fondos necesarios para su funcionamiento, además de un presupuesto para cumplir con una estrategia bien definida, pagarle a los responsables por sus servicios, y además una medición de las variables críticas de la familia, como sus valores y principios.
4- El Consejo de Familia sin comunicación ni participación de los demás miembros: Una familia extranjera me pidió crear un Consejo de Familia donde sólo pertenecían los miembros mayores de cada rama familiar, ellos no contaron con la participación de los demás, y sus actividades no eran aceptadas, ni valoradas, lo que finalmente generó frustración en todos. Recomendación 4: un Consejo de Familia que no crea comités de apoyo con otros miembros de familia suele también fracasar. Dependiendo del tamaño de la familia puede justificarse la creación de comités de apoyo como el de eduación, actividades sociales, filantropía, comunicación familiar, etc.
Estas son algunas de las recomendaciones que les doy para que su órgano de gobierno de familia funcione mejor en nuestro entorno. Entender que nuestras familias tienden a tener mayor unidad que las extranjeras, debería ser nuestra fortaleza principal, para que nuestros familiares quieran seguir estando juntos por razones afectivas y no por razones patrimoniales, ya que esta última genera un pegamento muy pobre. Finalmente mi última Recomendación 5: Saber que este órgano es para aconsejar y no para imponer formas de actuar, la libertad ante todo.
Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group.