¿Qué tipo de ayuda necesita su familia empresaria?

Este artículo fue realizado para que todas las familias empresarias puedan tener una referencia sobre qué tipo de ayuda necesitan, ¿es técnica o emocional?, ¿es de proceso o de contenido?, ¿Qué debo o no debo hacer?

Por Gonzalo Gómez Betancourt

A lo largo de la vida de nuestras empresas es usualmente necesaria la ayuda de especialistas en diferentes aspectos, desde temas de gobierno corporativo, estratégicos, legales, financieros, contables, organizacionales, etc. Estas personas suelen ser de un alto nivel de formación y experiencia, en los temas de su área y nos ayudan a dar el paso a un siguiente nivel. Una buena consultoría suele cambiar el curso de acción de una empresa o ratifica el camino que se lleva, ahora bien, no todas las consultorías son iguales unas son más técnicas, pero las de familias empresarias usualmente terminan enfocándose en temas emocionales y, por lo tanto, los especialistas deben estar equipados en esta competencia.

Hace tan solo un par de meses me llamaron dos hermanos de una familia en proceso de transición de la primera a la segunda generación, buscando contratar una consultoría en gobierno corporativo, y les pregunté ¿qué problema buscan solucionar con ello?, y lo más importante ¿está de acuerdo el padre-fundador?; La respuesta fue, no es posible que una compañía de nuestro nivel no tenga una Junta Directiva con externos independientes, y bueno nuestro padre no está tan de acuerdo en su necesidad. La respuesta inmediata a los jóvenes fue que el tema de gobierno corporativo no es un tema de moda, como quien tiene un “check list” para ver si la empresa es de nivel o no, y mucho menos si el dueño de la firma no está de acuerdo.

De una manera política les dije que si su padre no era quien llamaba a solicitar la ayuda, terminarían perdiendo el dinero de la intervención. Sorprendentemente, el fundador llamó a pedir la consultoría en gobierno corporativo y le hice la misma pregunta, qué espera solucionar con este tema, y me dijo: “nosotros ya hemos estudiado todo sobre este tema y yo lo que necesito es implementar eso rápido, ya me estoy acercando a una edad en la que es necesario tener una junta directiva que tome las decisiones estratégicas y donde mis hijos puedan encontrar una forma de entenderse con la ayuda de unos buenos externos independientes”.

Le pregunte si él como CEO de la compañía le haría caso a la Junta Directiva, me dijo que evaluaría que tan buenos eran los consejos, pero que en realidad eso era para sus hijos. Allí me di cuenta que esta situación se asemejaba mucho a la de los médicos en la era de la información de fácil acceso, que reciben a un paciente que se autodiagnostica y se medica con base en algo que leyó en internet o que cree que le hará bien; en el caso de los empresarios es peor, porque el éxito que les antecede les da algo de crédito al diagnosticar, con la dificultad de que al tratarse de su propia familia empresaria, las emociones nublan la razón y hacen que cualquier acción tenga complicaciones que no se pueden prever.

Al empresario le dije que mi recomendación era realizar un diagnóstico y un plan de acción de lo que necesitaría en su proceso de sucesión, me dijo que no era necesario, que él necesitaba implementar eso ya. Buscando que nuestro empresario hiciera bien las cosas desde el inicio le propuse un taller de gobierno corporativo, para llegar a acuerdos y desde allí poder ayudar a esa empresa con las preguntas adecuadas, de manera que una intervención realmente les ayude como familia empresaria, al final llegamos a lo que se debería implementar en esta fase que fue un Consejo Asesor, el cual les permitiría evolucionar posteriormente a una Junta Directiva formal en una siguiente fase donde sus hijos tuvieran el mando.

Para darle claridad a los empresarios existen diferentes tipos de consultorías para familias empresarias. En un gráfico, el eje vertical tendría en un extremo si la consultoría es más técnica y en el otro extremo si se trata de una ayuda más emocional, y en el eje horizontal tendría en un extremo si es de proceso o de contenido.

En el primer cuadrante, es decir una consultoría técnica y de proceso, se deben abordar temas como los órganos de gobierno, la planeación estratégica, la planeación patrimonial, la estructura organizativa, los sistemas de compensación y de evaluación, en término general los temas que se escriben en un protocolo de familia; En el segundo cuadrante, emocional y de proceso, se incluyen terapías individuales, de pareja , de familia, evaluación de la persona, despidos, etc; En el tercer cuadrante, técnica y de contenido, se requiere de mucha capacitación en temas relacionados con la empresa familiar desde gobierno corporativo, impuestos, estructura, legales, etc; En el cuarto cuadrante, temas emocionales y de contenido, es usual trabajar con coaching, mentoring, creación de equipos de trabajo, manejo del conflicto, sucesión ejecutiva, etc.

Ahora bien, con las familias empresarias no se debe iniciar un plan de acción sin un diagnóstico, porque lo que aparentemente puede solucionarse con un trabajo del cuadrante uno, puede estar ocultando temas emocionales, y al iniciar a ciegas cualquier intervención, “la cura será peor que la enfermedad”.

La consultoría para las familias empresarias se compone de temas: de contenido, proceso, técnicos y emocionales. Es necesario entender que a medida que los temas cruzan la frontera de lo técnico a lo emocional, la ayuda pasa de ser consultoría a una intervención, es por eso que se requiere de profesionales adecuados en este proceso.

Me gustaría dar un ejemplo sobre el tema del cual estamos hablando, otro fundador me pidió hacer un proceso de sucesión y él esperaba que fuera seleccionado uno de sus dos hijos, quería una consultoría rápida, yo le dije que la parte técnica era rápida, que sería evaluar las competencias de los hijos para llegar a ser presidente de una firma como la de él. Se realizaron las evaluaciones y el resultado fue que ninguno de los dos tenía las competencias suficientes para ser presidente de su empresa, allí empezó el conflicto emocional para ellos, donde el rechazo, la negación y el boicoteo, por parte de los hijos hacia el proceso, exigía de una intervención con un proceso de formación y mentoring a la medida de cada candidato que busca llegar a ese cargo.

La sucesión es uno de los temas más relevantes para las familias empresarias, pues exige más que la selección de una persona, requiere del funcionamiento adecuado de todos los órganos de gobierno para mantener en equilibrio los intereses y poderes de la propiedad, el gobierno y la dirección empresarial. Para el caso de esta familia se tomó la decisión de traer un gerente general externo que pudiera formar a los hijos como parte de sus funciones y poder suceder en alguno de ellos, pero con una junta directiva con mayoría independientes donde los hijos no tendrían participación por pertenecer a la administración.

Como conclusión, varias reglas de oro: (1). No hay que auto diagnosticarse, ni mucho menos automedicarse, pues ese es trabajo de los consultores; (2) tenga claro si la consultoría puede llegar a tener temas emocionales y por lo tanto requerir de intervenciones; finalmente, (3) revise las competencias del experto que los ayudará, porque va a necesitar además de las habilidades técnicas de la especialidad, las habilidades emocionales de la persona.

Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group.

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