La etapa de los 18 a los 28 años, conocida como la de «Adultos Emergentes», es un periodo decisivo para la formación de líderes, propietarios y colaboradores en familias empresarias. Este artículo explora cómo las familias pueden apoyar a los jóvenes durante esta transición, ayudándolos a encontrar un equilibrio entre su identidad personal y su rol en el negocio familiar. A través de la educación continua, experiencias prácticas y un enfoque en el desarrollo de la autonomía y el compromiso, los adultos emergentes pueden adquirir habilidades de liderazgo, resiliencia y responsabilidad. Mediante casos prácticos, se ilustra cómo el apoyo familiar, la comunicación abierta y el aprendizaje activo pueden convertir esta etapa en un trampolín hacia un futuro comprometido con el legado familiar, fortaleciendo tanto la unión familiar como el impacto positivo en la sociedad.
Este artículo es el tercero de una serie dedicada a explorar el desarrollo de las futuras generaciones en familias empresarias, tomando como base los principios expuestos en Own It de W. Sage, G. Marchisio y B. Darlt, así como en el «Programa de Desarrollo de Propietarios» de Gómez, Bravo y Lagos sobre la gestión del patrimonio familiar. En artículos previos, hemos abordado las etapas de la infancia y la adolescencia, donde se sientan las bases del compromiso, la identidad y la conexión con el legado familiar. Ahora, profundizaré en la fase de los adultos emergentes, un periodo de transición, autonomía y definición de propósito, en el que los jóvenes enfrentan la responsabilidad de liderar, crecer y aportar al futuro de la empresa familiar. Durante esta etapa, los adultos emergentes a menudo se distancian del núcleo familiar, ya sea por estudios, trabajos o experiencias de vida. Este proceso de separación les permite adquirir nuevas habilidades y perspectivas, pero también puede debilitar su conexión con la empresa familiar. Es fundamental que las familias ofrezcan apoyo y espacios para que estos jóvenes se reconecten con el negocio y comprendan el valor del legado que heredan. Para que esto ocurra, deben sentirse valorados, tener voz en las decisiones y participar en actividades significativas que les permitan crecer y aportar desde su individualidad.
Sembrando el legado #3: El desarrollo de los adultos emergentes en las familias empresarias