Las dificultades para transformar los estatutos para mayor protección de las empresas

En el contexto de la sucesión empresarial, la actualización de estatutos para garantizar liquidez y proteger a todos los accionistas se presenta como un gran desafío. Este artículo explorará las cláusulas de protección a accionistas, como el «Tag Along» y «Drag Along», a través de un caso colombiano, revelando las dificultades de introducir estas medidas en estatutos rígidos. También examinaremos los acuerdos privados de accionistas como alternativa, una herramienta legal que puede proporcionar la flexibilidad necesaria para superar los obstáculos estatutarios.

Con más de 25 años de experiencia asesorando a familias empresarias en la elaboración de protocolos familiares, he sido testigo de las complejidades que surgen al intentar armonizar los intereses individuales con la continuidad y éxito de la empresa familiar. En este tiempo, he notado una constante falta de acuerdos sólidos en diversas dimensiones. Para las familias que optan por la propiedad individual, la necesidad de establecer mecanismos que faciliten la liquidez de las acciones y la transacción fluida se ve frustrada por estatutos obsoletos que obstaculizan la agilidad y adaptabilidad requeridas en un entorno empresarial dinámico. Paradójicamente, la Superintendencia, al aplicar la normatividad vigente, a veces parece entrar en conflicto con el objetivo de facilitar la transacción de acciones, generando tensiones en lugar de ofrecer soluciones.

Por otro lado, las familias que optan por el patrimonio colectivo se encuentran limitadas por la ausencia de figuras de fideicomisos a perpetuidad en el contexto colombiano, lo que las lleva a buscar soluciones en el extranjero. Esta realidad evidencia la falta de opciones locales que se ajusten a las necesidades particulares de estas familias. En mi perspectiva, estamos lejos de contar con una normatividad que se flexibilice y adapte a la diversidad de situaciones que enfrentan las familias empresarias o los accionistas en el país.

Esta introducción plantea un escenario común para muchas familias empresarias, donde la legislación actual no siempre se alinea con las dinámicas y necesidades específicas de estos entornos familiares y empresariales. Este contexto resalta la relevancia y urgencia de abordar las deficiencias normativas y establecer marcos legales que permitan la adaptabilidad necesaria para garantizar la continuidad y prosperidad de las empresas familiares en Colombia.

Las cláusulas de protección a accionistas constituyen un conjunto de mecanismos diseñados para salvaguardar intereses en entornos corporativos complejos. El «Tag Along» (Derecho de acompañamiento) emerge como un faro que asegura que los accionistas minoritarios puedan unirse a una transacción de venta cuando los accionistas mayoritarios decidan vender sus participaciones. Es un mecanismo crucial para proteger la equidad en las transacciones y evitar posibles desventajas para los accionistas minoritarios. El «Drag Along» (Derecho de arrastre) proporciona una herramienta que permite a los accionistas mayoritarios obligar a los minoritarios a unirse a una venta, simplificando el proceso de toma de decisiones y facilitando acuerdos globales. La prioridad de compradores establece un orden de preferencia entre aquellos que pueden adquirir acciones en caso de venta, protegiendo los intereses de los accionistas existentes y evitando situaciones que puedan afectar negativamente el equilibrio de poder en la empresa.

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